6.6.12

Echo de menos

Sigo aquí helada de frío,
¿cuándo dices que venías?
En el cielo veo estrellas,
que deslumbran todavía.

Ellas no han visto tus ojos,
rebosantes de alegría,
ni tu tacto color bronce,
que la misma seda envidia.

Pero si algo echo de menos,
es tu voz en afonía.
Junto a un dulce ruiseñor,
canta en perfecta armonía.

Echo de menos tus labios,
por los que los míos suspiran,
echo de menos tu sonrisa,
causa y efecto de la mía.
Echo de menos cosas tuyas,
que nunca pensé que tendría.

De momento eres un sueño,
pero serás real algún día.

Te echo de menos a ti,
porque te quiero, vida mía.

Ewinor

1 comentario:

pucelano13 dijo...

Parece que la princesa de los sueños no sólo se hace esperar sino que también espera... Y hace bien; hay una estrella que cada día luce con más fuerza; con más significado.

¡Que no desespere! Ese afónico no puede gritar pero da igual: las palabras más importantes que sabe decir son prácticamente inaudibles.


Simbolismos aparte, Esther, eres, indudablemente, mi artista preferida.