5.3.14

Cosas de palacio

Sentada desde su trono sonreía en penuria. Le venían a la mente imágenes de recuerdos rotos, noches oscuras teñidas por la luz de la Luna y la devoción de aquel campesino con el que tantas veces compartió su alcoba. La frescura y la sencillez con la que él endulzaba sus días más amargos.

Suspiró. Ese muchacho quiso mostrarle tantas cosas… voló tan rápido con ella que lo único que consiguió fue aumentar su miedo a las alturas. Cada día que pasaba, el lazo que mantenía sus manos unidas se deshacía un poco más, hasta que al final la princesa acabó por caer de la nube donde habían construido su castillo.

<< Las cosas de palacio van despacio
Que aunque más bonito que el ladrillo, 
el castillo de la nube no era más que una ilusión. 
Tú eras salvaje como la hiedra,
 y yo dócil como una flor. 
Que aunque tú me querías, 
lo mío no era amor.

Al fin y al cabo llevo vida de princesa y tú…

 mereces algo mejor. >> 


Ewinor

1 comentario:

maria dijo...

muy bonito =)

http://muerdelaespina.blogspot.com.es/