Pedía que la entendiesen y lo único que necesitaba era un abrazo.
Ewinor
31.7.15
30.7.15
Verde
Sus pies corrían desnudos escapando de algo que todavía no sabía muy bien qué era.
¿Huía de sí misma? ¿De los demás? ¿De aquella sociedad quimérica que la había visto crecer? Quería alejarse de tanta persona de hormigón y de tanto edificio vacío, ¿o era al revés? Hasta las palabras le parecían artificiales. ¿Cómo distinguir lo real de lo ficticio en un planeta tan demente?
- "Todo es un decorado de cartones y pintura..." -le recordaba la música que sonaba en sus cascos-.
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Por fin podía caminar dejando tras de sí tanto dolor, abandonando la pesadez del ruido y sin dejar ninguna palabra atrás.
Podía sentarse en lo alto de una loma y escuchar el silencio de su propia respiración, sentirse tan pequeña como una gota de lluvia que acaricia la piel en un día de lluvia, pero a la vez inmensa, porque era la única persona de ese mundo enfermo capaz de poder sentir algo tan intenso.
Había pasado años rodeada de gente y se había sentido sola y, ahora, que verdaderamente estaba sola, sentía que finalmente formaba parte de algo.
Exquisita naturaleza.
Ewinor
29.7.15
I.
Después del primer beso comprendieron lo difícil que iba a resultarles respirar a partir de entonces.
Ewinor
9.7.15
Vanidad Narcisista
Quedé sumido en el más absoluto
silencio. Me provocaría náuseas seguir sintiendo la sangre fluir por mis venas.
Pero existo. Hace ya unas semanas que desfallecí a causa de una inagotable
aflicción. No me sentí capaz de asir con las garras mi vanidad y continuar mi
camino. ¡Ni pensarlo!
Me apoyé sobre la pared del
rincón más lúgubre de mi habitación y no quise permitir que mi cuerpo
se desplomase, precipitándose contra el suelo. Arañé la pintura con las uñas
hasta que los dedos me sangraron.
¿Silencio? No existe. No existe
esa paz que tanto tiempo llevo buscando, que maltrata a mi ego y me convierte
en amante de la oscuridad. Escucho un cristal romperse. Las horas, los minutos,
los segundos… Se repiten sin fin dentro y fuera de mi cabeza. Hace ya mucho que le declaré la guerra al reloj; se reía de mí cada vez que lo miraba.
Renuncio a esa
angustia que me produce desafiar al deseo. ¡Sentir! Fui programado para
debilitar mis emociones y perdí la noción de mi geometría emocional.
Cierro los ojos.
Hace mucho tiempo que no he mirado el reloj.
Ewinor
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