Como tantas y tantas noches,
hoy apareciste en mis sueños,
como tantas y tantas noches,
tus manos entre mi pelo.
Un suave susurro al oído,
como a una sonrisa un llanto.
"Yo también te sueño, princesa,
sellemos hoy nuestro pacto".
Y a las lágrimas de mis mejillas,
les suceden al fin tus labios,
fríos y dulces como la nieve,
tan esperados como el verano.
Más al vuelo de la mariposa,
le sigue, callado, un mal presagio;
tres espinas, cuatro rosas,
siete pétalos y un rayo.
A lo lejos desvaneces,
y sigo llorando, sigo llorando,
porque al ver amanecer,
nunca despierto a tu lado.
Ewinor
1 comentario:
No hay sueño sin lucha previa, ¡sigamos en buena lid!
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