Tanto tiempo con los ojos vendados ansiando ver la luz y al final la claridad nos ciega.
Nos hemos perdido todo aquello que pasaba a nuestro alrededor. No hemos visto ni las sonrisas, ni las lágrimas. No nos han dejado caer para aprender a levantarnos. Han guiado nuestros pasos por un camino que no es el nuestro. Y todo por ingenuos, por creer que conocer la realidad más allá de esa venda no era importante.
Hemos sido un juguete que ha ido pasando a través de muchas manos. Nos han mimado, sí. Pero también han jugado con nosotros y nos han ido rompiendo cada vez por más partes.
Llega un momento en el que es imposible juntar cada uno de esos pedacitos que antes nos representaban. No nos dimos cuenta de que estamos hechos de porcelana, o sí, pero no nos importó porque confiamos en que al dejarnos caer, dos manos firmes nos sujetarían impidiendo que cayéramos. Pero no siempre es así, somos más frágiles de lo que aparentemente parecemos.
Hay que abrir los ojos.
Atte//: Ewinor
3 comentarios:
Es perfecto. Luego me dices a mí.
Me encanta. <3
Curioso estilo el tuyo xD me gusta
Ei, pásate por mi blog eldiariodeunachicacualquiera.blogspot.com Si te gustaa comenta y sigueme, yo ya lo hago. Un beso, por cierto molan tus entradas :)
Publicar un comentario